viernes, 3 de abril de 2020

ADIÓS PAÑAL!!!



Tu hij@ acaba de cumplir 2 años ¿Es el momento de quitar el pañal?

Pues en la mayoría de los niñ@s sí, pero en otros muchos no. Quitar los pañales no sólo depende de la edad sino también de su nivel de desarrollo psicomotor. La mayoría de los niñ@s suelen conseguirlo alrededor de los 2 años pero hay niñ@s que tardan más y otros, que son más precoces.

Cuando los niño y niñas han cumplido los 2 años, los padres se enfrentan con el reto de entrenar el uso del inodoro, algunos prefieren esperar a que no haga tanto frío (por eso de que se pasan el día cambiando mudas), o esperar a que la guardería les eche una mano (gran ayuda para muchos padres). Entre el año y medio y los dos años y medio, nos pondremos manos a la obra. No te presiones con el momento exacto, el niño ha de estar preparado.

Tenemos que enseñar a nuestro hij@ a que reconozca las distintas partes de su cuerpo y lo que ocurre con ellas. Por eso hay que familiarizarse con los términos de pipí, caca, vater, orinal. Le ayudaremos a tener consciencia de sus necesidades, a identificar si tiene ganas de ir al baño. Cuando veamos señales claras debemos preguntarle “¿Te estás haciendo pipi?, ¿Quieres hacer caca?”.

Es importante también enseñarles la diferencia entre estar limpio y seco, o sucio y mojado y, por supuesto, nunca reñirle si se ha hecho pipi/caca encima sin avisar.

Los niñ@s viven según sus propias experiencias; por mucha teoría que les intentemos dar, si no han vivido esa experiencia, difícilmente la van a asimilar. Si se queman el dedo con la estufa, no intentarán tocar la estufa de nuevo, al menos no lo harán en una buena temporada.

Con el pipi ocurre algo similar: para saber que es “hacerse pipí”, antes deben hacerse pipí encima, sin pañal y sentir la humedad y el charco en el suelo (y también la reacción de mamá o papá que, como poco, pondrán una cara entre sorpresa y resignación). En ese momento serán conscientes de lo que ocurre si no avisan.

Con el paso de los días (en la mayoría de las veces, muy pocos días), ellos ya son capaces de “escuchar” las señales de su cuerpo: “Tengo ganas de hacer pipí, si no aviso, me hago pipí encima y me mojo el pantalón…Y mamá/papá pondrá esa cara rara de que ha pasado algo. Todo esto es un proceso, así que: Paciencia.




¿Cómo podemos ayudarle?

– ¿Orinal o reductor? Eso va ha depender de vuestra elección. A mi, personalmente me gusta más el reductor porque el niñ@ se acostumbra desde el primer momento al uso del inodoro, mientras que si utiliza orinal, luego habrá que enseñarle el uso de este. De todas las maneras, ve con tu hij@ a comprar un orinal o un reductor. ¡Que lo elija él/ella! Se lo presentaremos como algo estupendo y “de niñ@s grandes”. Dejaremos que se vaya familiarizando con él, que se siente (aunque sea vestido), que vea que no pasa nada. Algunos niñ@s pueden mostrar temor al sentarse sobre un agujero; no sé, igual piensan que va a salir un monstruo y les va a dar un mordisco en el culete.

– Aprovechad las ocasiones en las que los papas/mamás (o hermanos) van al baño para que os vean; para que ellos mismos comprueben que es algo normal y natural y que “no pasa nada”. Enseñadles a utilizar la cisterna y que ellos mismos comprueben como se lo lleva todo el agua… Despídete de la caca: “¡Adios caca, adios!» Sí, ya sé que suena un poquito ridículo, pero ¡esto es lo que hay!

Aunque os resulte extraño, los niñ@s de esta edad son muy reacios a desprenderse de su caca; les gusta hacerla en el pañal, es parte de ellos, es “su caca” y punto.

Opción A: Me hago caca encima, viene mi mamá/papá, me limpia el culito mientras me cuenta algo divertido. 
Opción B: Sentarme en esa cosa rara y dejar caer mi caca por ese agujero…

La respuesta está clara ¿No creéis?

– Intentad que el niñ@ se siente en el orinal sin pañales. Sin prisas. No esperéis resultados inmediatos, pero si sucede, mostrad alegría y satisfacción. «¡Qué bien que has hecho una caca graaaaaaaande como los gigaaannntes!» (Otra vez suena un poco ridículo, pero es que es así!)

– Debemos enseñar a nuestros niñ@s a “escuchar” las señales de su cuerpo. Preguntad al niñ@ durante el día ¿tienes ganas de hacer caca? para llamar su atención. Si vemos que tiene ganas, le llevaremos al baño, le ayudaremos a quitarse la ropa y esperaremos un rato allí sentados. Lo haremos sin forzar y durante el tiempo que el niño considere. Alabaremos el éxito, pero nunca debemos criticar si no lo ha conseguido. «Bueno, tranquilo; esta vez no ha salido. ¡La próxima vez seguro que lo conseguiremos!»

– Es muy importante reforzar los pequeños logros que vayamos obteniendo: «Ya eres un niñ@ grande», «Lo haces tan bien como lo hace mamá/papá», «¡Lo has hecho tú solito!». Es muy estimulante para ell@s las pegatinas sobre un mural que podemos poner en el baño cada vez que lo consiga. Será “El mural de las cacas”.




– Siéntale siempre a las mismas horas en el orinal, preferiblemente después de las comidas, y no más de 10 minutos si no desea continuar. Llévale al baño con frecuencia, sobre todo al principio.

– Comprad libros con dibujos sobre la retirada del pañal. 



Agunos ejemplos:

Operación Fuera Pañales(editorial Juventud) es una practica guía para todas aquellas familias que están en el proceso de quitar el pañal a un bebé.

En T
engo pipí (editorial Corimbo) el pequeño pingüino León llama a su mamá cada noche cuando tiene ganas de hacer pipí para que le acompañe al baño.

Perrito tiene mucha prisa(editorial SM)es un álbum ilustrado de Guido Van Genechten sobre el momento crucial de aprender a usar el baño como loa mayores, y despedirnos del orinal.

Por su parte ¿Y después de los pañales? (editorial Timun Mas) es un libro-juego con solapas y tiradores para acompañar al protagonista de esta pequeña historia en una aventura muy importante: la de aprender a usar el orinal. Los bebés necesitan los pañales, pero los niños como el de este cuento, usan el orinal.
Todos hacemos caca(editorial Blackie Books) pretende hacer ver a los pequeños que todos los animales comemos y por eso todos hacemos caca. Cacas pequeñas y cacas grandes, de diferentes colores y tamaños. Los mayores hacen caca, los niños también.
Puedo mirar tu pañal(editorial SM). El libro cuenta la historia de Ratón, que es tremendamente curioso. Tiene que mirarlo todo, incluso quiere ver el pañal de sus amigos.
En El orinal de Lulú (editorial SM) Lulú esta aprendiendo a usar el orinal, y a veces incluso hace pipí en el váter como los mayores.
Al protagonista de El libro de los culitos (editorial SM), Juan, le han regalado un orinal. Juan quiere aprender a hacer pipí en el orinal y así tener el culito seco.


– Cuando tenga “un accidente” pondremos cara de desaprobación, pero no de enfado, no haremos ningún drama, no habrá gritos, ni castigos ni reprimendas. No le cambiaremos inmediatamente, es mejor que sienta la molestia de ir sucio o mojado. Debemos hacerle entender dónde se hace el pipi o caca. (“¿Dónde se hace el pipi, cariño?” “Avisa a mamá/papá cuando tengas ganas que el/ella siempre te acompañará…”). Además tendrá que colaborar para quitarse la ropa mojada y sucia, nos ayudará a enjuagarla un poquito. Es importante hacerles responsables de sus actos pero todo con un tono cariñoso, comprensivo y agradable.

Lo más importante en todo este proceso es tener PACIENCIA, celebrar todos y cada uno de los pequeños avances y NUNCA reñirles, castigarles o avergonzarles por los pequeños accidentes que, sin duda, tendrá.

¡A por ello!

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